lunes, 16 de junio de 2008

LA POSICIÓN DE ESTADOS UNIDOS ANTE EL CAMPO ARGENTINO O LA TÉSIS DE LA REVOLUCIÓN VERDE

por Carlos M. Duré

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La Carta Argentina 542, "La retención buena y la retención mala", muestra que los productores rurales, en general y con variedad de posiciones políticas, aceptaron pagar retenciones en forma de regalías a la megasemillera norteamericana Monsanto.

En la misma carta se muestra que el propio gobierno peronista, entonces encabezado por Néstor Kirchner, declinó parcialmente los derechos del Estado argentino, concediéndole a Monsanto el cobro de regalías o retenciones de dinero generado por la actividad agrícola.

La pretención de la empresa extranjera - la soberanía intelectual sobre los productos agrícolas - no es singular puesto que refleja la política de Estado que USA interpuso en cada Tratado de Libre Comercio, TLC, con la Comunidad Andina de Naciones, particularmente con Colombia. El patentamiento de seres vivos -tal su pretensioso nombre-, los propios TLC, resultaron del fracaso del ALCA en la Cumbre Interamericana de Mar del Plata en noviembre del 2005.

Ambas estrategias norteamericanas - ALCA y TLC - conllevan una contradicción intrínseca que obliga a la potencia que las inventó a imponerlas ejerciendo algún tipo de presión o fuerza. Pretenden abrir el mercado agrícola invocando la universalidad del conocimiento contenido en la tecnología de sus empresas al mismo tiempo que estrechan su propio mercado a las importaciones del rubro con altos aranceles y subsidios a sus productores rurales.

El 4/6/08, el Secretario de Agricultura de los Estados Unidos, Eduard Schafer, dijo:"Para estimular la productividad (del agro) debemos alentar la inversión en la comercialización de fertilizantes y semillas,créditos agrícolas y mejorar la administración que se lleva a cabo con posterioridad a la cosecha". Esto último -la administración post cosecha-, se verá, alude a la política de retenciones de los países exportadores.

La posición de Estados Unidos en al conflicto agro - Estado en la Argentina

La estrategia norteamericana para lo que denominan Revolución Verde incluye tres instancias: donaciones de dinero y comida para los pueblos más amenazados; la tecnificación de los paises productores (en la modalidad ya descripta; la imposición de las leyes del mercado internacional a dichos países de los cuales se excluye.

Dice el Secretario Edward Schafer: "...los líderes mundiales tienen la responsabilidad de permitir que los mercados proporcionen alimentos eficientemente, sin obstruir el acceso o limitar las tecnologías inocuas que los producen.Solicitamos a todos los países que permitan el libre flujo de alimentos y de las tecnologías que los producen.(...) Alentamos firmemente a los países a que eliminen las medidas que limitan el comercio que se han impuesto como respuesta al aumento en el precio de los alimentos. Si bien estas restricciones tienen como propósito incrementar la seguridad alimentaria a corto plazo en el ámbito local, sus efectos son sumamente negativos. Tales políticas retiran los alimentos de los mercados mundiales, generando de esta forma un alza de los precios y desalientan a los agricultores de responder a las indicaciones del mercado. Las intervenciones para proteger a los pobres, como los programas de protección social, en vez de las restricciones al comercio, permiten que la economía se beneficie plenamente de su productividad agrícola."
Las últimas oraciones de Eduard Schafer significan liza y llanamente que el Estado debe aplicar dinero de los impuestos a subvenir las mayores necesidades sin tocar con gravámenes las exportaciones y la cadena de comercialización de los productos agrícolas, es decir, sin retenciones.
¿Por qué coincide Estados Unidos con los reclamos del sector agroexportador, los chacareros argentinos y varios partidos entre los que están los progresistas y la izquierda protestataria? Porque además de ser el conjunto de tales actores un exponente del neoliberalismo global, son un proyecto político. Eso, es un apéndice de esta carta que se despachará en la siguiente.

(Fin de la carta)

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