sábado, 14 de noviembre de 2009

EL PARTIDO POLÍTICO DE EXTRAMUROS.- Por Carlos M. Duré

Reedición actualizada
La siguiente carta fue publicada originalmente el 27/1/2006 como continuación de “Piquete. El partido político de extramuros”, 25 / 1 / 06. Muchos grupos piqueteros de entonces ya se estaban convirtiendo en organizaciones sociales apoyadas económicamente por el Ministerio de Desarrollo Social que encabeza la doctora Alicia Kirchner.

Aunque en un reportaje de la víspera el politólogo Rosendo Fraga afirmó que Néstor Kirchner prefiere acumular poder concreto a acumular voluntad electoral o consenso, el hecho de que en esta jornada el Partido Justicialista lo haya repuesto como presidente, deja entrever que la concentración de bases constituidas en organizaciones sociales piqueteras puede jugar un rol importante tanto en la disputa electoral interna cuanto en la movilización del voto en 2011.



Experiencia norteamericana con los piqueteros norteños

A principios de enero de 2006, el periodista del Miami Herald, Andrés Oppenheimer se había tomado unas vacaciones en el norte argentino. Iba camino del pucará de Tilcara cuando un piquete interrumpió la caravana de automóviles de los turistas. Durante una hora turistas y piqueteros discutieron por la liberación del paso hasta que los primeros desistieron y regresaron. El hecho inspiró al copartícipe del premio Pulitzer y el 12 / 1 / 06 escribió el artículo “Argentina: paraíso de piqueteros”.

Este artículo se opone al método de lucha política de cortar rutas pero también se opone al gobierno argentino, el cual – sostiene Oppenheimer - es el único gobierno del mundo que subsidia a los piqueteros mediante planes sociales para que hagan retenes en los caminos.

Kirchner recluta piqueteros y quiere institucionalizarlos como activistas del peronismo
Sin embargo, aunque el gobierno de Néstor Kirchner evitó siempre reprimir a los grupos piqueteros, su política de institucionalización de los trabajadores marginalizados por la concepción factoril de los 90 – el registro fiscal y sindical de los trabajadores “en negro”- más alguna mejoría en la situación económica incorporaron al sistema a algunos y recluyeron en la impotencia política a los más protestatarios.

El lanzamiento de la permanente postulación de Kirchner coincide con la reconstrucción institucional del partido peronista para lo cual el Ministerio de Interior, a través del INCAP o Instituto Nacional de Capacitación Política, sistematiza una escuela de formación de cuadros políticos (ya experimentada en Santa Cruz durante la campaña electoral de octubre 2005) dirigida a ONG, organizaciones populares de base, al barrialismo; escuela que incorporará a ciertos piqueteros como frente activista y excluirá al resto.

La tarea del Ministerio del Interior: asegurar la democracia indirecta
El mismo INCAP describe su misión de ésta manera: “...tras el vacío institucional que desemboca en la crisis de diciembre de 2001 (asambleas y piqueteros en democracia directa por fuga de políticos), tanto la figura del ciudadano como la de las instituciones adquieren un inédito sentido. La nueva situación argentina puede plantearse entonces como la oportunidad para reinventar el Estado y la política (...) Gestionar políticamente no es sólo brindar un servicio o asegurar un derecho, sino construir un espacio del que participan los ciudadanos en tanto que ciudadanos. ”

Para sintetizar, el peronismo kirchnerista intenta reinsertar en su clase a los activistas desproletarizados, restaurar la democracia indirecta mediante el partido y las instituciones republicanas y dosificar la protesta de los rebeldes -ya no descamisados sino desasalariados- mediante los planes sociales.

Hasta ahí, Oppenheimer, aunque toma anecdótica y superficialmente los roles unívocos del gobierno y los piqueteros, dirige con precisión la mira telescópica del Pentágono.

La hipótesis francesa del nuevo partido de las clases populares: el partido de extramuros
El diario franco porteño Le Trait – d’Union del 25 / 1 / 06 publica dos hipótesis piqueteras del sociólogo y profesor de la Escuela de Ciencias Sociales de Universidad de París Denis Merklen.

La nueva clase
El sociólogo dice allí que la experiencia vivida por la Argentina puede servir para explicar los motines juveniles de las barriadas francesas en noviembre pasado. “En la Argentina se ha visto surgir nuevas clases populares – explica Merklen -. Voy a utilizar éste término como se lo utiliza en América Latina; es decir, como una clase que no se puede confundir con la clase obrera (pues está) marginada del salario

Merklen arriesga una hipótesis sobre los piqueteros y los amotinados de París (noviembre 2005) a quienes equipara. Dice que la quema de autos (en América los cortes de rutas y las ocupaciones de propiedades) tiene un sentido político primitivo y que la calificación de hecho delictivo, desde el bando opuesto, es una descalificación política.

El mensaje de las piedras
Dice Merklen que se inspira en el socialismo electoral del siglo XIX que describía al voto como las piedras de papel para no sentirse aislado del activismo callejero. Y considera por el razonamiento inverso que “hay un mensaje de las piedras” en la quema de autos, más que nada dirigido a los políticos.

La democracia que no llega a la periferia urbana
En la opinión del sociólogo la consigna juvenil “libertad, igualdad pero no en la ciudad” va dirigido al espacio público nacional. Con eso los jóvenes quieren decir que la república llega sólo hasta el límite de los barrios. Es un mensaje agresivo que la juventud envía al seno del campo popular, a los barrios, donde aspira a dirimir los nuevos liderazgos.

Diferencia entre la democracia francesa y la argentina
Los jóvenes a los que alude Merklen – los amotinados de noviembre de 2006 – son en gran proporción inmigrantes o hijos de inmigrantes en un país xenófobo. Son el denominado Cuarto Mundo. La República no quiere incorporarlos como ciudadanos. Y allí reside la diferencia con los piqueteros desasalariados de la Argentina, para quienes el gobierno tiene una política de contención, en ambos y contradictorios sentidos del término.

La mayoría de los latinoamericanos está en condiciones de convertirse en piqueteros
Ahora bien, en Francia y en la Argentina son minoría y se los puede integrar, manipular o eliminar. Pero ¿en El Alto, Bolivia, en Tartagal, Salta, en el Gran Buenos Aires, o las Maras de Guatemala, o los cocaleros de Cochabamba? Allí la excepción se convierte en regla y se acerca al poder político sin haber resuelto en su interior qué es la política.
(fin de la carta)

Libre reproducción con la sola mención de Carta Argentina como fuente